Leyenda: Los granos de oro
por Diana
5to grado
Había una vez dos caciques llamados, Luquillo y Agüeybaná. Vivían en una isla tan bella, pues claro Puerto Rico que antes se llamaba Borinquen. Ellos querían tener granos de oro para guardarlos en sus cuevas. Esas cuevas eran muy poderosas. Un día decidieron ir en busca de mucho oro, empacaron las cosas y salieron a la gran aventura. Por el camino se encontraron a otro cacique, buen amigo de ellos que se llamaba Canobana. Este le dijo que había una cueva llamada “La cueva azul” que tenía mucho oro y estaba llena de magia en lo más alto de la montaña y siguieron el camino. Pasaron muchos días pero no encontraron nada de oro y mucho menos la montaña. Pero en lo más profundo del bosque vieron una montaña muy parecida a la que les habia hablado su buen amigo Canobana. Finalmente, llegaron hasta lo profundo de la cueva azul y no encontraron nada. Otros caciques se le habían adelantado y se habían llevado los granos de oro. Muy tristes y resignados decidieron salir de la cueva. De repente, Agüeybaná tropezó y se dio muy fuerte con una piedra. Luego, comenzó a abrirse una pared que los llevó a un pasillo. Al final de este pasillo había una luz muy brillante la cual les hizo gritar de alegría al darse cuenta que habían encontrado lo que tanto buscaban; los granos de oro. Luego de hechar todos los granos de oro en sus sacos, deciden regresar a la aldea pero antes visitaron al cacique Canobana para darle la sorpresa y darle las gracias por haberles ayudado. Finalmente, celebraron en el areyto junto a los demás su gran aventura. FIN
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